Siempre me he considerado un amante de los vídeo juegos, soy de la generación que creció con el Nintendo, y he podido ver la evolución de los juegos.
Con las mejoras tecnológicas en procesamiento de datos, memorias gráficas y tamaños de pantallas con alta resolución hemos pasado de disfrutar nuestros juegos en el televisor a otros dispositivos más portátiles como nuestros celulares o tablets.
Es impresionante como las gráficas son tan nítidas y como los desarrolladores se ingenian para que la experiencia de utilizar la pantalla como control no afecte la usabilidad del juego.
Sin duda seguiremos evolucionando en esta area, con la incorporación de la realidad virtual, las pantallas flexibles, avances en conectividad y en un futuro cercano con sensores incorporados en nuestros cuerpos que permitan la manipulación de un avatar en un entorno digital.
No es descabellado pensar que llegaremos a controlar personajes virtuales con el simple pensamiento lo cual terminé convirtiéndonos en una gran Matrix donde lo más importante será nuestras conexiones neuronales y no nuestros cuerpos físicos.
A muchos le da temor pensar en un futuro digital donde viviremos un gran juego virtual de nuestras vidas. Yo en lo personal creo que nuestro mismo deseo de evolucionar nos llevará a lo que siempre fuimos destinados a ser… Un conjunto de ceros y unos que vivirá en un mundo utópico.